Decimos que algo ocurre al azar cuando no podemos saber de antemano que va a ocurrir. Sabemos que si calentamos agua en una olla en algún momento va a hervir. Eso no ocurre al azar. En cambio si tiramos una moneda por el aire puede caer con la cara o la cruz para arriba. No tenemos manera de saber qué cara de la moneda va a a quedar arriba hasta que la tiremos.
Quizás si tiráramos la moneda con una máquina especial y pudiéramos medir con mucha precisión su masa y el impulso que le damos podríamos saber de qué lado va a caer. ¿Es un evento aleatorio lanzar una moneda entonces? Mientras no sepamos qué va a ocurrir decimos que sí.
Siempre vamos a saber alguna cosa. No sabremos si va a llover dentro de 60 días, pero sí sabemos que o bien llueve, o no llueve, o nieva o graniza. No van a caer cucuruchos con helado del cielo. Eso es lo que hace que usar el azar creativamente sea tan interesante.
Si tiramos un dado muchas veces esperamos que salgan más o menos la misma cantidad de cada número. Pero podemos tirar dos dados y quedarnos con el más chico o tirar tres y quedarnos con la suma. Así podemos controlar la distribución que tendrán las tiradas.
Probá distintas opciones haciendo click en el siguiente recuadro...
Decidí cuántas veces simular las tiradas eligiendo tu opción preferida.