nada es totalmente nuevo

Ya en el siglo XV Johannes Ockeghem escribió la misa Cuiusvis Toni que estaba escrita de tal forma que permitía que los cantantes decidan en qué modo cantarla (me refiero a los modos gregorianos: dórico, frigio, lidio o mixolidio). Todo un desafío contrapuntístico.

juegos de dados

Durante los siglos XVIII y XIX era común en Europa jugar a construir piezas musicales a partir de una serie de fragmentos muy breves. Tirando dados se decidía cuáles de los fragmentos se utilizaban y en qué orden. El ejemplo más famoso es Musikalisches Würfelspiel de Mozart.

siglo XX

En la segunda mitad del siglo XX el uso de procedimientos aleatorios fue mucho más marcado. Existen incluso distintas ramas de música aleatoria. En Music of changes, John Cage usa el libro del I ching para construir la pieza. La partitura que resulta, sin embargo, es tradicional. El pianista tiene bien anotados tanto los valores de duración como las alturas.

siglo XX

Muchas de las piezas de música aleatoria tienen forma abierta. En el Klavierstuck XI el compositor Karlheinz Stockhausen deja que el pianista decida qué fragmento toca aunque cada fragmento condiciona el caracter del siguiente. En Zyklus un percusionista tiene que decidir para qué lado leer la partitura empezando por cualquier lugar.

siglo XX

A veces los procedimientos aleatorios se usan de manera estadística. Las música de masas se construye a partir de muchísimas conductas individuales ligeramente distintas que en conjunto presentan una conducta promedio. Quizás el mejor ejemplo sea el Poema sinfónico para 100 metrónomos de Gyorgy Ligeti aunque no sea muy aleatorio.

mis juegos

Los juegos musicales en los que trabajo pueden ser interpretados por personas sin entrenamiento musical formal y producen piezas estocásticas con texturas propias de la música de masas. Justamente Ligeti parece haber sido el primero en proponer una obra dando instrucciones en 1961 cuando hizo cantar al público de un evento escribiendo en un pizarrón.